martes, 24 de febrero de 2015

¿QUÉ OCURRE CUANDO ME DUELE EL COSTADO AL CORRER?

Muy a menudo, cuando vas a realizar deporte, al empezar a correr aparece un dolor punzante en uno de los dos costados.

¿Que pasa?
Habitualmente este dolor al correr se ha asociado a un déficit de oxigenación, sobre todo en aquellas personas que no están acostumbradas. 

¿Cual es su verdadera causa?
Para entender este dolor, tenemos que hablar de dos estructuras muy importantes:
  • Hígado: tiene una gran importancia dentro del organismo, pero la función que nos interesa en este tema es la de depurar la sangre.
  • Bazo: cumple varias funciones importantes en el organismo, una de ellas es una función inmunitaria, y otra, la función sanguínea. En fase fetal se dedica a la hematopoyesis. En la fase adulta es un sistema de almacenamiento, donde se encuentra la sangre oxigenada.
¿Qué tienen que ver estas dos estructuras al correr?
Cuando corremos, ese dolor punzante que nos paraliza y nos impide continuar con normalidad puede aparecer en los dos costados:
  • Si aparece en el costado izquierdo, el problema está relacionado con el bazo.
  • Si aparece en el costado derecho, el problema está relacionado con el hígado.
Cuando corremos (y no estamos acostumbrados a ello) nuestro cuerpo requiere de sangre oxigenada para distribuirla por el cuerpo. Como no dispone de tanta sangre oxigenada, el cuerpo demanda y es el bazo el que aporta la sangre, produciéndose contracciones del mismo para que salga la sangre. Si esta demanda se prolonga y el bazo se queda sin sangre oxigenada, sus contracciones serán en vano y aparecerá dolor de carácter agudo y punzante en el lado izquierdo.

Si el dolor aparece en el costado derecho, es debido al hígado. Cuando hacemos una actividad intensa, nuestro cuerpo fabrica ácido láctico, el cual tiene que ser degradado por el hígado. Si esta actividad es intensa y se supera la capacidad del hígado, fatigará al cuerpo y hará que aparezca dolor.

¿Cómo puedo prevenirlo?
Si el problema es del hígado, será importante realizar un trote suave al principio. De esta forma permitiremos al organismo metabolizar el ácido láctico e impedir su acumulación y su dolor agudo. Además:
  1. Realizaremos un calentamiento previo, para permitir una oxigenación del organismo lenta, gradual y progresiva.
  2. Aumentar la intensidad de forma gradual. Si comenzamos la actividad con una intensidad elevada, bajarán los niveles de oxigenación, comprimiendo el bazo.
  3. Control de la respiración: será necesaria una buena respiración para mantener un buen nivel de oxígeno en sangre. No hiperventilar ni llevar una respiración superficial.
  4. Evitar comer grasas saturadas, beber más agua y evitar el alcohol ayudará a tu hígado a no acumular muchas toxinas, y a una mejor función de tu organismo.

Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/dolor-en-el-costado-al-correr

lunes, 12 de enero de 2015

ESTIRAMIENTOS DESPUÉS DEL DEPORTE

El hecho de que es recomendable realizar estiramientos después de hacer deporte o cualquier ejercicio físico es algo que casi todo el mundo sabe, pero que la mayoría de la gente no cumple.

En este artículo se va a hablar de esta importancia del estiramiento tras la actividad física y como debe hacerse.

Importancia de los estiramientos después del deporte
Además de prevenir lesiones tiene otros beneficios:

  • Después de realizar deporte los músculo van a estar con un tono muscular elevado, es decir, estarán más contraídos.
  • Hay personas en las que los músculos se relajan rápido, simplemente al descansar, pero hay otras que necesitan desconectar de este exceso de tono muscular. Para estas personas será fundamental el estiramiento.
  • Estos estiramientos conseguirán que el descanso sea más placentero y la recuperación muscular sea mejor, de manera que al día siguiente los tejidos estarán más limpios de sustancias de desecho producidas por la actividad física y estarán menos cargados.
  • Además, otro beneficio es que habrá menos acortamientos y rigideces musculares, que hacen al individuo más propenso a sufrir roturas de fibras, tendinitis y contracturas musculares.
Modo de realización
Como primer apunte, deben ser siempre distintos a los estiramientos que hayas hecho antes de realizar el deporte, que están más orientados a preparar, despertar y tonificar el músculo.

Puesto que estamos hablando de los estiramientos post-deporte, irán destinados a relajar y estirar el músculo que ha estado trabajando y estará más tenso. El estiramiento cumplirá estas premisas:
  • Será más suave pero más largo, para permitir al músculo soltar la tensión acumulada poco a poco y estirarse suavemente (siempre sin rebotes).
  • Serán estiramientos globales y principalmente de la cadena muscular posterior, puesto que es esta la que más trabaja y más se tensa.
  • No bloquear la respiración, ya que provoca una tensión muscular que dificulta el estiramiento. Espirar ayuda a relajar los músculos, mejorar el flujo sanguíneo, aumentar el aporte de oxígeno y nutrientes a los músculos.
  • Es de gran importancia, nos saca del contexto del deporte realizado y nos ayuda a pasar a la fase de descanso y relajación.
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/estiramientos-despues-del-ejercicio-fisico


lunes, 5 de enero de 2015

FASCITIS PLANTAR

La fascitis plantar
La fascia plantar es una banda de tejido conjuntivo denso y fibroso que conecta el calcáneo con los metatarsos. Su función es formar el arco del pie y amortiguar los impactos.

La fascitis plantar es una lesión frecuente entre los corredores de fondo, y consiste en la inflamación de esta fascia plantar. Suele ocurrir debido a la carga constante sobre su origen y deriva en desgarros e inflamación de la fascia, lo que provoca dolor.




Causas

  • Presencia de espolón calcáneo: crecimiento óseo que aparece en el talón, donde los tendones de la musculatura intrínseca del pie se unen al calcáneo.
  • Morfología del pie: forma de caminar anormal, presencia de pies cavos (el arco del pie está muy pronunciado) o pies planos (prácticamente no existe este arco, contrario a los cavos), que influyen en la distribución del peso y crean tensión en la fascia.
  • Cambio de calzado: puede aparecer un dolor en la fascia.
  • Actividad de impacto repetitivo: somete al talón a demasiada carga y estrés (por ejemplo al correr).
  • Obesidad: provoca un exceso de carga en el pie.
  • Edad: con el paso del tiempo la fascia va perdiendo elasticidad y la musculatura pierde fuerza, lo que favorece la aparición de lesiones.
Síntomas
  • Dolor: aparece un dolor agudo en la planta del pie, cerca del talón.
  • Rigidez: suele ocurrir tras periodos de descansos, por la mañana al levantarnos...
  • Puntos gatillo: en los puntos gatillo del sóleo, gemelo interno y tibial posterior se puede dar dolor referido a la zona de la fascia.
Para diagnosticarlo, el profesional debe buscar evidencias de hinchazón, enrojecimiento de la zona y sensibilidad a la presión del talón. También se puede realizar un estudio de la marcha informatizado.

A veces, se realizan radiografías y ecografías para descartar que haya otro tipo de lesión.

Prevención
El aspecto principal para prevenir una fascitis plantar es conocer nuestros pies. 
  • Elección de zapatilla adecuada: debe ser cómoda, con el tamaño correcto, y, en el caso de padecer patologías como pies planos o cavos, un calzado adecuado para ello. También evitar caminar o permanecer descalzo, o con calzado sin sujección, como sandalias.
  • Evitar el sobrepeso: que como hemos dicho anteriormente, someten a la fascia a una carga excesiva.
  • Realizar calentamiento previo a la actividad física, y estiramientos antes y después de ir a la cama para flexibilizar la musculatura y la fascia.
  • Además de los estiramientos típicos de gemelos y sóleos, realizar ejercicios de propiocepción como hacer rodar una pelota con el pie sobre toda la fascia para relajar su tensión.
Si a pesar de prevenir la patología existe el dolor, visitar al fisioterapeuta para evitar que se vuelva crónico y pueda derivarse en otro tipo de problemas.

Tratamiento
  • Aplicación de hielo 3-4 veces al día en periodos de 20-30 minutos, que sirve de antiinflamatorio y analgésico.
  • Reposo: evitar esfuerzos excesivos en el pie.
  • Kinesiotaping: ayudan a relajar la tensión de la fascia, calmando el dolor.
  • Ultrasonidos: reducen el dolor, aumentan el riego sanguíneo, aumentan el metabolismo y reducen el espasmo muscular.
  • Masaje transverso profundo: consigue una pérdida del tejido y absorción del edema.
  • Estiramientos de la musculatura posterior de la pierna: sóleos y gemelos.
  • Fibrólisis discutánea: se utilizan para separar la musculatura y evitar adherencias.
  • Ejercicios en casa: como decíamos antes, hacer rodar una pelota sobre toda la fascia, relajando el dolor.
Si esto no funciona, otros procedimientos usados son:
  • Almohadillas y vendajes: las almohadillas amortiguan el impacto al caminar y los vendajes sirven para fijar el pie y asegurar que se pisa bien.
  • Férulas nocturnas: para estirar la fascia durante la noche, sin condicionar la actividad diaria.
  • Dispositivos ortopédicos: se colocan en el calzado para corregir anomalías estructurales.
  • Cirugía: en los casos más graves. Consiste en desprender la fascia del talón.
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/todo-lo-que-debes-saber-sobre-la-fascitis-plantar
http://www.webconsultas.com/fascitis-plantar/tratamiento-de-la-fascitis-plantar-2560

lunes, 29 de diciembre de 2014

CALAMBRES MUSCULARES

Introducción
El llamado "calambre muscular" es una contracción involuntaria y dolorosa de un músculo o conjunto de músculos, que se resuelve de manera espontánea y dura entre unos segundos y unos minutos. Suelen afectar a la población general, pero sobre todo afecta a ancianos, a mujeres embarazadas, personas con patologías en las motoneuronas (neuronas encargadas del movimiento), y deportistas.

Las zonas donde es más común sufrir calambres es en gemelos, isquiotibiales y cuádriceps, pero también es habitual en pies, manos, brazos, abdomen y caja torácica.

Síntomas
Los primeros síntomas son espasmos musculares y dolor, algo que normalmente desaparece en unos segundos o minutos, aunque hay excepciones en las que puede llegar a durar más de 15 minutos. En estos casos el músculo puede estar sensible durante las 24 horas posteriores al calambre.

Causas
Un calambre muscular puede deberse a numerosas causas. Algunas de ellas son:
  • Fatiga muscular
  • Ejercicio de excesiva intensidad
  • Deshidratación
  • Embarazo
  • Enfermedades endocrinas, como hipotiroidismo, diabetes mellitus...
  • Agotamiento de depósitos de calcio o magnesio
  • Anomalías metabólicas
  • Insuficiencia renal
  • Consumo de ciertos medicamentos
  • Cirrosis
  • Enfermedades vasculares
  • Causas genéticas, como el síndrome de calambres nocturnos familiar.
Fisiopatología
Según los estudios recientes, la causa exacta de los calambres musculares podría tener un origen neural, debido a una hiperactividad de la placa motora provocada por el aumento de frecuencia de los potenciales de acción, como sucede al realizar ejercicio físico. También se dice que otros factores que podrían influir en la aparición de los calambres serían la deshidratación y la falta de irrigación de los músculos afectados.

Tipos 
  • Calambres ordinarios: son los más comunes, ocurren en personas sanas durante el reposo. Son frecuentemente nocturnos, asimétricos, y los músculos más afectados son los gemelos y algunos pequeños músculos de la planta del pie y los dedos. Afectan con mayor frecuencia a personas de edad avanzada. Estos calambres tienen un inicio explosivo en músculos que están totalmente acortados y se contraen de forma voluntaria.
  • Calambres y patologías de la motoneurona inferior: en enfermedades de las motoneuronas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), polineuropatía con daño en la motoneurona, poliomelitis recuperada, por compresión de una raíz nerviosa o por daño a un nervio periférico.
  • Calambres por hemodiálisis: en extremidades inferiores y al terminar de realizar la diálisis. Algunos preceden a la hipotensión y están asociados a altos niveles de ultrafiltración y gran pérdida de peso durante la diálisis.
  • Calambres por calor: estas personas desarrollan un duro trabajo a gran temperatura ambiental, transpiran profusamente y reemplazan la pérdida de fluidos. Los músculos más afectados son los usados en ese trabajo. Estos calambres son muy dolorosos.
  • Calambres por alteraciones electrolíticas: inducidas por hiponatremia, hipocalcemia o hipomagnesemia.
  • Calambres inducidos por drogas: secundarios al uso de drogas.
  • Otras menos frecuentes: síndrome de Isaac, mordedura de araña "viuda negra", crisis de hipertermia maligna.
Tratamiento
Cuando se aprecie un signo de calambre muscular:
  • Lo primero es abandonar la actividad física que se estaba realizando, estirar el músculo afectado y masajear la zona.
  • Hidratarse, ya que la pérdida de líquidos y sales minerales en una de las causas más frecuentes. 
  • Aplicar calor para relajar el músculo.
  • Aplicar frío una vez haya pasado el espasmo inicial y haya disminuido el dolor.
  • Si el dolor persiste, tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
Algunas medidas que se pueden tomar para prevenir los calambres:
  • Realizar un entrenamiento que esté dentro de las propias capacidades.
  • Tomar bastante líquido durante la práctica del ejercicio y aumentar la ingesta de potasio.
  • Hacer estiramientos para mejorar la flexibilidad.
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/calambres-musculares-que-son-y-como-tratarlos
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003193.htm

lunes, 22 de diciembre de 2014

LESIÓN DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR (LCA)

En este artículo vamos a hablar de la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA), que en los últimos tiempos parece "estar de moda", ya que ha afectado a numerosos deportistas de élite. Esta es una lesión grave que conlleva periodos largos de rehabilitación y en ocasiones provoca la retirada del deportista.

Introducción
La rodilla es una de las articulaciones más importantes del cuerpo y una de las que se lesiona con más frecuencia. De estas lesiones, la más importante es probablamente la del ligamento cruzado anterior.

El ligamento cruzado anterior es un ligamento intrínseco de la rodilla, cuya función es evitar un desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur.

La lesión de este ligamento suele producirse durante la práctica de actividad física y conlleva un estiramiento o rotura de esta estructura. Su intervención quirúrgica y su rehabilitación suponen un coste alto. 



Incidencia
En la diferencia entre sexos, se ha demostrado que en el ámbito deportivo las mujeres sufren esta lesión casi el doble que los hombres. Entre los motivos que se barajan están las diferencias en el estado físico, la musculatura y el control motor entre unos y otros, además de una mayor laxitud de los ligamentos y la presencia de estrógenos.

Entre los deportes en los que más ocurre esta lesión están el fútbol, el baloncesto y el esquí.

Además, en muchas ocasiones esta lesión no viene sola, sino que viene acompañada de lesión del menisco interno y el ligamento lateral interno (llamada la "triada de la rodilla").

Tipos 
Se clasifican dependiendo de la gravedad de la lesión. 
  • Esguince grado 1: daño leve del ligamento, se estira ligeramente, pero cumple su función de mantener estable la rodilla.
  • Esguince grado 2 o rotura parcial: el ligamento se estira al punto donde queda suelto.
  • Esguince grado 3 o rotura completa: el ligamento se divide en dos trozos y la articulación se desestabiliza. 
La rotura parcial no es muy común, pues la mayoría de los casos el ligamento se rompe completamente.
 
Causas
Suelen producirse por un mecanismo indirecto como:
  • Cambios bruscos de posición (como giros) con el pie fijo en el suelo.
  • Mal apoyo tras una caída.
  • Extensión excesiva de rodilla.
  • Golpe fuerte en la rodilla, sobre todo en la parte lateral de la rodilla.
  • Parada rápida y cambio de dirección.  
Síntomas
  • Crujido en el momento de la lesión.
  • Inflamación de la rodilla en las 6 horas posteriores a la lesión.
  • Dolor, sobre todo al tratar de poner peso sobre la rodilla.
  • Inestabilidad de la articulación.
  • Pérdida de rango articular.
Primeros auxilios
Antes de ver a un médico, que le realice una resonancia magnética para confirmar la lesión hay que evitar realizar cualquier actividad física que pueda comprometer más al ligamento y: 
  • Elevar la articulación por encima del nivel del corazón.
  • Aplicación de hielo en la rodilla.
  • Analgésicos como AINES (antiinflamatorios no esteroideos).
  • Utilizar muletas hasta que la inflamación y el dolor mejoren. 
Tratamiento
El tratamiento variará dependiendo de las necesidades de cada paciente. En caso de pacientes más activos, como deportistas de alto nivel, se necesitará la reconstrucción del ligamento mediante cirugía. Sin embargo, en caso de ancianos, que tengan una actividad más limitada, el tratamiento normalmente no será quirúrgico.

Tratamiento no quirúrgico
Sin cirugía, el ligamento lesionado no cicatrizará. Pero si la estabilidad de la rodilla es buena se podría evitar el quirófano.
  • Elementos ortopédicos o inmovilizadores: se pueden utilizar rodilleras ortopédicas para proteger la estabilidad de la articulación. También se puede acompañar de muletas para evitar cargar de peso el miembro afectado.
  • Terapia física: cuando disminuye la inflamación se puede seguir un programa de rehabilitación mediante ejercicios específicos que recuperen la función de la rodilla y fortalezcan los músculos que sostienen la rodilla.
Tratamiento quirúrgico
La mayoría de las veces el ligamento no puede volver a unirse, por lo que se necesita su reconstrucción mediante el injerto de un tejido que dará apoyo al crecimiento de un nuevo ligamento.

Este injerto puede tomarse de diferentes lugares: del tendón rotuliano, del tendón de la corva, del tendón del cuádriceps, o de un cadáver (aloinjerto).   

El tiempo que tardará un ligamento en volver a crecer suele ser de unos 6 meses, o incluso más.

Rehabilitación
En cualquiera de los dos casos, sea el tratamiento mediante cirugía o sin ella, la vuelta a la funcionalidad normal viene condicionada por un buen programa de rehabilitación, que ayudará a recuperar la fuerza y la movilidad de la rodilla. Aquí entra en escena el papel del fisioterapeuta

La fisioterapia se centra primero en restablecer el movimiento de la articulación y de los músculos que la rodean, seguido de un programa de fortalecimiento para proteger el nuevo ligamento, que va aumentando la tensión a través del ligamento. La fase final corresponderá al retorno funcional que adapte al nuevo ligamento a las actividades diarias.
 
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/lca-lesion-ligamento-cruzado-anterior
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001074.htm  
http://orthoinfo.aaos.org/topic.cfm?topic=A00697 

    

lunes, 15 de diciembre de 2014

LA ROTURA DE FIBRAS O DESGARRO MUSCULAR

En el anterior artículo decíamos que había dos lesiones que se consideraban las más frecuentas en el ámbito deportivo, y hablamos de la tendinitis. Hoy toca hablar de la segunda: la rotura de fibras o desgarro muscular.


¿Qué es una rotura de fibras? 
Como el propio nombre indica, una rotura de fibras o desgarro muscular consiste en la pérdida de continuidad de las fibras musculares (se rompen).

La rotura de fibras puede ser total, cuando el músculo se rompe por completo; o parcial, cuando solo se rompe un grupo de fibras. También existen las microrroturas, aunque estas apenas presentan cuadro clínico.


¿Cuál es la posible causa de una rotura?
Las roturas de fibras pueden ocurrir por varias causas:
  • Contracción muy exigente: cuando se realiza una contracción muscular muy intensa y repentina, como puede ser en los arranques explosivos en el deporte, o en malas pisadas.
  • Sobrecarga muscular: se podría decir que "pides más al músculo de lo que puede dar", como cuando se realiza un entrenamiento deportivo muy exigente, o un trabajo muscular sin la preparación adecuada.
  • Trabajo comprometido del músculo: cuando haces un esfuerzo en una postura inadecuada, que compromete al músculo. Suele afectar con mayor frecuencia en los tendones, pero también puede afectar al músculo. 
  • Golpes o contusiones (menos frecuente).
  ¿Cuáles pueden ser sus síntomas?
  • Dolor: es un dolor en forma de pinchazo, que será mayor cuanto mayor sea la rotura. En el caso de las microrroturas o roturas parciales solo se apreciará cuando se realice una contracción intensa.
  • Deformación: será más evidente cuando la rotura sea mayor (rotura completa). En las roturas parciales se aprecia una hendidura al tacto, sobre todo cuando llevas el músculo al estiramiento doloroso.
  • Dolor al estiramiento: aparece especialmente en las roturas parciales.
  • Depresión o hundimiento: como decíamos antes, aparece una hendidura al tacto al realizar un estiramiento doloroso.
  • Hematoma: aparece un hematoma o moretón en la zona por debajo de la rotura.

¿Cuánto puede tardar su curación?
El tiempo de curación de una rotura depende de muchos factores como el tipo y el tamaño de la lesión, el tratamiento recibido, aspectos subjetivos del paciente (salud, sexo, edad...), etc

Suponiendo que la recuperación es la ideal, y teniendo en cuenta las distintas variaciones de cada paciente podemos establecer un periodo de recuperación estándar:
  • Grado 1 o leve: de 8 a 10 días.
  • Grado 2 o moderado: de 2 a 3 semanas.
  • Grado 3 o grave: de 3 semanas a 1 mes aproximadamente.

Tratamiento general

FASE AGUDA (PRIMEROS DÍAS)
  • Crioterapia: aplicación de hielo en la zona para producir vasoconstricción de los vasos rotos y que disminuya el sangrado, favoreciendo el proceso de recuperación y reduciendo la inflamación.
  • Masaje drenante: como el drenaje linfático manual, que disminuye la inflamación, mejorando así el dolor y la recuperación posterior.
  • Reposo relativo: relajación de la musculatura afectada, reduciendo la tensión y el tono muscular, de manera que se aproximen los extremos de las fibras que se deben curar (elevación del miembro afectado).
  • Movilización pasiva suave: pequeños ejercicios pasivos respetando el dolor del paciente, lo que provoca un efecto de bombeo estimulador de la circulación.
  • Vendaje funcional: para evitar lo máximo posible el movimiento en la zona afectada.
FASE DE INICIO DE RECUPERACIÓN
  • Aplicación de calor: para iniciar la consolidación de las fibras, pues el calor mejora la circulación sanguínea, lo que favorece la curación.
  • Movilización activa: movimientos cuidadosos y controlados, que mejoran la cicatrización y evitan que se produzca fibrosis y adherencias musculares.
  • Masaje drenante y relajante: para mejorar la circulación y evacuar residuos producidos durante la reparación, y para relajar el músculo.
  • Electroterapia: ultrasonidos, láser, magnetoterapia...
FASE DE RECUPERACIÓN PARCIAL
  • Vendaje compresivo: previo a ejercicios suaves para activar el músculo.
  • Contracciones isométricas: que no implican un esfuerzo contráctil intenso y repentino.
  • Estiramientos suaves: siempre evitando el dolor, ya que es un signo que nos alerta de que algo va mal, y puede alterar la recuperación.
FASE DE RECUPERACIÓN TOTAL
  • Ejercicios activos más intensos: para buscar la readaptación muscular completa, evitando contracciones bruscas que dañen la musculatura.
  • Estiramientos más intensos: para recuperar la flexibilidad y elasticidad muscular, siempre evitando el dolor.
  • Masaje Cyriax: este masaje sirve para mejorar la cicatriz, romper fibrosis y adherencias, etc. 

 Tratamiento fisioterápico
  • Masaje de evacuación: al principio aparece un hematoma que se hace visible por debajo de la rotura, pero a nivel muscular está entre las fibras, dificultando su unión y cicatrización. Para evitarlo utilizamos este masaje.
  • Masaje de puenteo: intentamos aproximar los extremos de las fibras que se han roto, y también orientamos las fibras que se forman.
  • Masaje de descarga: lo realizamos sobre las fibras para mejorar la situación del músculo.
  • Cyriax: como decíamos en el apartado anterior, este masaje lo podemos utilizar al final del tratamiento para mejorar la cicatriz y reorientar sus fibras, así como para romper fibrosis y adherencias que se producen durante la recuperación.
  • Propiocepión: para evitar sufrir nuevas lesiones y mejorar la funcionalidad. 

Bibliografía
 
http://www.fisioterapia-online.com/videos/rotura-de-fibras-o-desgarro-muscular-proceso-y-fases-de-curacion
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/tratamiento-y-recuperacion-de-un-desgarro-muscular-o-rotura-de-fibras
http://www.centroskinetika.es/rotura_fibrilar.html











lunes, 8 de diciembre de 2014

LA TENDINITIS EN EL DEPORTE

¿Qué es la tendinitis?
Llamamos tendinitis (inflamación del tendón) al cambio morfológico del tejido conjuntivo de colágeno del tendón, unido a la inflamación de las estructuras peritendinosas, y se asocia también a una hipervascularización con el que el organismo intenta regenerarlo. Al ser afectar la inflamación a las estructuras peritendinosas en lugar del tendón, también se llama tendinopatía

Es junto con las roturas de fibras la lesión más frecuente en el ámbito deportivo, y supone el 15% de las consultas traumatológicas.

Tipos de tendinitis
Dependiendo del lugar donde se localicen y su evolución distinguimos distintos tipos:
  • Tendinitis: afecta al cuerpo tendinoso en sí.
  • Tenoperiostitis o entesitis: afectan a la inserción del tendón.
  • Miotendinitis: afecta también al cuerpo muscular.
  • Tenosinovitis: afecta a la vaina sinovial del tendón.
  • Tendinitis nodular: secuela de una lesión localizada o de una degeneración.
  • Tenosinovitis estenosante: afecta a la envoltura sinovial, que provoca tendinitis al dificultar el paso del tendón.
También podemos diferenciarlas según la parte del cuerpo a la que afecten: 
  • En el hombro destaca la tendinitis del supraespinoso o del manguito de los rotadores.
  • En el codo, la epicondilitis ("codo de tenista"), afecta a los tendones de la región externa del antebrazo; y epitrocleitis ("codo de golfista"), a los tendones de la región interna del antebrazo.
  • En la muñeca, la tendinitis de De Quervain, que afecta a la base del pulgar.
  • En la rodilla, la tendinitis anserina, en la pata de ganso; y tendinitis rotuliana, en el tendón rotuliano.
  • En el talón, la tendinitis Aquílea, en el tendón de Aquiles.
Causas
Puede darse una causa clara que provoque la tendinitis, pero lo más frecuente es que existan varios factores que favorezcan la aparición de la lesión. Se clasifican en varios apartados:
  • Causas mecánicas: engloban a los factores que provocan un agotamiento funcional del tendón.
  • Deformidades anatómicas: trastornos de la bóveda plantar (pies planos o cavos), desviación del eje de los miembros inferiores en el plano frontal (genu varo o valgo), displasias de cadera, deformación de la zona insercional...
  • Causas relacionadas con la actividad deportiva: un exceso en la intensidad del ejercicio puede ser un factor importante. Realizar mal los gestos técnicos típicos de la actividad, el terreno donde se practica y el material que se usa también son factores a tener en cuenta.
  • Causas metabólicas: una buena alimentación e hidratación es siempre importante.
  • Causas infecciosas: ciertos focos infecciosos pueden inducir a tendinitis.
  • Causas degenerativas: asociado a la edad y el desgaste del tendón con la actividad repetida. Además, al ser una zona poco vascularizada, su regeneración es más dificultosa. 
Exploración clínica
Es importante elaborar una anamnesis adecuada, a la vez que se realiza una inspección de la zona afectada con el fin de encontrar una tumefacción o edema local en los tendones. Con la anamnesis buscaremos una serie de factores:
  1. La forma de aparición del dolor: normalmente, es progresiva, con un comienzo brusco. El dolor suele localizarse en el tendón, aunque puede irradiarse al músculo.
  2. El ritmo del dolor, suele ser máximo al inicio del esfuerzo, desaparece durante el ejercicio (en caliente), y vuelve a aparecer al acabar.
  3. La evolución: suele haber una agravación del dolor, tanto en intensidad como en duración. Puede haber desde una simple molestia con el esfuerzo hasta la impotencia funcional en la actividad diaria.
  4. Por último, con la anamnesis trataremos de buscar una causa clara.
Durante la exploración pediremos contracciones isométricas dolorosas en todas las amplitudes para encontrar el lugar donde se provoca el dolor, y poder realizar un buen diagnóstico. Además, la palpación del tendón produce dolor y se puede apreciar una limitación articular.

Tratamiento
Habrá que elegir el medio terapéutico indicado dependiendo de los numerosos factores como la localización de la lesión, la gravedad, su antigüedad, el nivel deportivo del paciente, sus motivaciones y los tratamientos realizados anteriormente:

  • Tratamientos profilácticos: consiste en la prevención, realizando correctamente los gestos deportivos, una buena postura, una buena alimentación e hidratación...
  • Factores tecnológicos: se trata de eliminar los métodos que puedan producir una sobrecarga funcional en el tendón. Hay que insistir en la necesidad de un buen calentamiento y los estiramientos. También hay que detectar los gestos nocivos, estudiar el material, etc. La relación entre fisioterapeuta y el técnico deportivo del paciente debe ser de confianza y estrecha colaboración.
  • Tratamiento médico: lo principal en las tendinitis es el reposo. Puede tratarse de un reposo solo en el ámbito deportivo, o un reposo total, mediante la inmovilización del tendón con una venda elástica o una escayola. El tiempo de reposo es muy variable, puede ir de unas semanas a meses, dependiendo de la gravedad.
  • Infiltraciones locales: consiste en la inyección local de sustancias como corticoides, anestésicos locales, vitamina B12... Dependiendo del tipo de tendón las inyecciones pueden ser intratendinosas, peritendinosas o intraarticulares.
Tratamiento fisioterápico
Para el tratamiento sintomático se pueden utilizar técnicas de masaje, estiramientos, puntos gatillo, etc; pero el tratamiento no debe limitarse a paliar los síntomas, también es importante intentar corregir cualquier desequilibrio muscular o postural, que puedan originar desequilibrios biomecánicos que provocan la sobrecarga funcional del tendón. 

Es importante también el fortalecimiento muscular mediante trabajo estático intermitente, que no implica al tendón excesivamente. 

Por último, hay que realizar un trabajo funcional, que consiste en volver al trabajo deportivo normal. Se intentará eliminar las compensaciones provocadas por la tendinitis. El tiempo de este periodo suele ser breve, pero es importante su realización.

Para tratar la tendinitis hay además otros métodos utilizados en el ámbito de la fisioterapia:

  • Crioterapia: existen varias formas de aplicarla: bolsas de hielo, packs atomizadores, esponjas congeladas... En la primera etapa, ejercen una acción analgésica, descongestiva y vasoconstrictora, y luego, vasodilatadora. Suelen prescribirse en aplicaciones discontinuas de 15-30 minutos, varias veces al día.
  • Calor: ejerce una acción analgésica, y suele usarse sobre todo en patologías musculares.
  • Corrientes eléctricas: la baja frecuencia es la más usada por su acción analgésica.
  • Corrientes polarizadas: permiten la penetración de sustancias analgésicas o antiinflamatorias.
  • Ondas cortas: acción vasodilatadora profunda.
  • Ondas electromagnéticas: se usan en patologías de las inserciones (entesitis).
  • Ondas mecánicas: los ultrasonidos e infrasonidos se utilizan en patologías tendinosas.
  • Radioterapia antiinflamatoria: solo para casos en los que sea indispensable, ya que sus efectos secundarios pueden ser perjudiciales.
  • Masaje: sobre todo en músculos, pero también se usa en inserciones dolorosas.
  • Tratamiento vertebral 
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/la-tendinitis-en-el-deporte