lunes, 29 de diciembre de 2014

CALAMBRES MUSCULARES

Introducción
El llamado "calambre muscular" es una contracción involuntaria y dolorosa de un músculo o conjunto de músculos, que se resuelve de manera espontánea y dura entre unos segundos y unos minutos. Suelen afectar a la población general, pero sobre todo afecta a ancianos, a mujeres embarazadas, personas con patologías en las motoneuronas (neuronas encargadas del movimiento), y deportistas.

Las zonas donde es más común sufrir calambres es en gemelos, isquiotibiales y cuádriceps, pero también es habitual en pies, manos, brazos, abdomen y caja torácica.

Síntomas
Los primeros síntomas son espasmos musculares y dolor, algo que normalmente desaparece en unos segundos o minutos, aunque hay excepciones en las que puede llegar a durar más de 15 minutos. En estos casos el músculo puede estar sensible durante las 24 horas posteriores al calambre.

Causas
Un calambre muscular puede deberse a numerosas causas. Algunas de ellas son:
  • Fatiga muscular
  • Ejercicio de excesiva intensidad
  • Deshidratación
  • Embarazo
  • Enfermedades endocrinas, como hipotiroidismo, diabetes mellitus...
  • Agotamiento de depósitos de calcio o magnesio
  • Anomalías metabólicas
  • Insuficiencia renal
  • Consumo de ciertos medicamentos
  • Cirrosis
  • Enfermedades vasculares
  • Causas genéticas, como el síndrome de calambres nocturnos familiar.
Fisiopatología
Según los estudios recientes, la causa exacta de los calambres musculares podría tener un origen neural, debido a una hiperactividad de la placa motora provocada por el aumento de frecuencia de los potenciales de acción, como sucede al realizar ejercicio físico. También se dice que otros factores que podrían influir en la aparición de los calambres serían la deshidratación y la falta de irrigación de los músculos afectados.

Tipos 
  • Calambres ordinarios: son los más comunes, ocurren en personas sanas durante el reposo. Son frecuentemente nocturnos, asimétricos, y los músculos más afectados son los gemelos y algunos pequeños músculos de la planta del pie y los dedos. Afectan con mayor frecuencia a personas de edad avanzada. Estos calambres tienen un inicio explosivo en músculos que están totalmente acortados y se contraen de forma voluntaria.
  • Calambres y patologías de la motoneurona inferior: en enfermedades de las motoneuronas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), polineuropatía con daño en la motoneurona, poliomelitis recuperada, por compresión de una raíz nerviosa o por daño a un nervio periférico.
  • Calambres por hemodiálisis: en extremidades inferiores y al terminar de realizar la diálisis. Algunos preceden a la hipotensión y están asociados a altos niveles de ultrafiltración y gran pérdida de peso durante la diálisis.
  • Calambres por calor: estas personas desarrollan un duro trabajo a gran temperatura ambiental, transpiran profusamente y reemplazan la pérdida de fluidos. Los músculos más afectados son los usados en ese trabajo. Estos calambres son muy dolorosos.
  • Calambres por alteraciones electrolíticas: inducidas por hiponatremia, hipocalcemia o hipomagnesemia.
  • Calambres inducidos por drogas: secundarios al uso de drogas.
  • Otras menos frecuentes: síndrome de Isaac, mordedura de araña "viuda negra", crisis de hipertermia maligna.
Tratamiento
Cuando se aprecie un signo de calambre muscular:
  • Lo primero es abandonar la actividad física que se estaba realizando, estirar el músculo afectado y masajear la zona.
  • Hidratarse, ya que la pérdida de líquidos y sales minerales en una de las causas más frecuentes. 
  • Aplicar calor para relajar el músculo.
  • Aplicar frío una vez haya pasado el espasmo inicial y haya disminuido el dolor.
  • Si el dolor persiste, tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
Algunas medidas que se pueden tomar para prevenir los calambres:
  • Realizar un entrenamiento que esté dentro de las propias capacidades.
  • Tomar bastante líquido durante la práctica del ejercicio y aumentar la ingesta de potasio.
  • Hacer estiramientos para mejorar la flexibilidad.
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/calambres-musculares-que-son-y-como-tratarlos
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003193.htm

lunes, 22 de diciembre de 2014

LESIÓN DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR (LCA)

En este artículo vamos a hablar de la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA), que en los últimos tiempos parece "estar de moda", ya que ha afectado a numerosos deportistas de élite. Esta es una lesión grave que conlleva periodos largos de rehabilitación y en ocasiones provoca la retirada del deportista.

Introducción
La rodilla es una de las articulaciones más importantes del cuerpo y una de las que se lesiona con más frecuencia. De estas lesiones, la más importante es probablamente la del ligamento cruzado anterior.

El ligamento cruzado anterior es un ligamento intrínseco de la rodilla, cuya función es evitar un desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur.

La lesión de este ligamento suele producirse durante la práctica de actividad física y conlleva un estiramiento o rotura de esta estructura. Su intervención quirúrgica y su rehabilitación suponen un coste alto. 



Incidencia
En la diferencia entre sexos, se ha demostrado que en el ámbito deportivo las mujeres sufren esta lesión casi el doble que los hombres. Entre los motivos que se barajan están las diferencias en el estado físico, la musculatura y el control motor entre unos y otros, además de una mayor laxitud de los ligamentos y la presencia de estrógenos.

Entre los deportes en los que más ocurre esta lesión están el fútbol, el baloncesto y el esquí.

Además, en muchas ocasiones esta lesión no viene sola, sino que viene acompañada de lesión del menisco interno y el ligamento lateral interno (llamada la "triada de la rodilla").

Tipos 
Se clasifican dependiendo de la gravedad de la lesión. 
  • Esguince grado 1: daño leve del ligamento, se estira ligeramente, pero cumple su función de mantener estable la rodilla.
  • Esguince grado 2 o rotura parcial: el ligamento se estira al punto donde queda suelto.
  • Esguince grado 3 o rotura completa: el ligamento se divide en dos trozos y la articulación se desestabiliza. 
La rotura parcial no es muy común, pues la mayoría de los casos el ligamento se rompe completamente.
 
Causas
Suelen producirse por un mecanismo indirecto como:
  • Cambios bruscos de posición (como giros) con el pie fijo en el suelo.
  • Mal apoyo tras una caída.
  • Extensión excesiva de rodilla.
  • Golpe fuerte en la rodilla, sobre todo en la parte lateral de la rodilla.
  • Parada rápida y cambio de dirección.  
Síntomas
  • Crujido en el momento de la lesión.
  • Inflamación de la rodilla en las 6 horas posteriores a la lesión.
  • Dolor, sobre todo al tratar de poner peso sobre la rodilla.
  • Inestabilidad de la articulación.
  • Pérdida de rango articular.
Primeros auxilios
Antes de ver a un médico, que le realice una resonancia magnética para confirmar la lesión hay que evitar realizar cualquier actividad física que pueda comprometer más al ligamento y: 
  • Elevar la articulación por encima del nivel del corazón.
  • Aplicación de hielo en la rodilla.
  • Analgésicos como AINES (antiinflamatorios no esteroideos).
  • Utilizar muletas hasta que la inflamación y el dolor mejoren. 
Tratamiento
El tratamiento variará dependiendo de las necesidades de cada paciente. En caso de pacientes más activos, como deportistas de alto nivel, se necesitará la reconstrucción del ligamento mediante cirugía. Sin embargo, en caso de ancianos, que tengan una actividad más limitada, el tratamiento normalmente no será quirúrgico.

Tratamiento no quirúrgico
Sin cirugía, el ligamento lesionado no cicatrizará. Pero si la estabilidad de la rodilla es buena se podría evitar el quirófano.
  • Elementos ortopédicos o inmovilizadores: se pueden utilizar rodilleras ortopédicas para proteger la estabilidad de la articulación. También se puede acompañar de muletas para evitar cargar de peso el miembro afectado.
  • Terapia física: cuando disminuye la inflamación se puede seguir un programa de rehabilitación mediante ejercicios específicos que recuperen la función de la rodilla y fortalezcan los músculos que sostienen la rodilla.
Tratamiento quirúrgico
La mayoría de las veces el ligamento no puede volver a unirse, por lo que se necesita su reconstrucción mediante el injerto de un tejido que dará apoyo al crecimiento de un nuevo ligamento.

Este injerto puede tomarse de diferentes lugares: del tendón rotuliano, del tendón de la corva, del tendón del cuádriceps, o de un cadáver (aloinjerto).   

El tiempo que tardará un ligamento en volver a crecer suele ser de unos 6 meses, o incluso más.

Rehabilitación
En cualquiera de los dos casos, sea el tratamiento mediante cirugía o sin ella, la vuelta a la funcionalidad normal viene condicionada por un buen programa de rehabilitación, que ayudará a recuperar la fuerza y la movilidad de la rodilla. Aquí entra en escena el papel del fisioterapeuta

La fisioterapia se centra primero en restablecer el movimiento de la articulación y de los músculos que la rodean, seguido de un programa de fortalecimiento para proteger el nuevo ligamento, que va aumentando la tensión a través del ligamento. La fase final corresponderá al retorno funcional que adapte al nuevo ligamento a las actividades diarias.
 
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/lca-lesion-ligamento-cruzado-anterior
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001074.htm  
http://orthoinfo.aaos.org/topic.cfm?topic=A00697 

    

lunes, 15 de diciembre de 2014

LA ROTURA DE FIBRAS O DESGARRO MUSCULAR

En el anterior artículo decíamos que había dos lesiones que se consideraban las más frecuentas en el ámbito deportivo, y hablamos de la tendinitis. Hoy toca hablar de la segunda: la rotura de fibras o desgarro muscular.


¿Qué es una rotura de fibras? 
Como el propio nombre indica, una rotura de fibras o desgarro muscular consiste en la pérdida de continuidad de las fibras musculares (se rompen).

La rotura de fibras puede ser total, cuando el músculo se rompe por completo; o parcial, cuando solo se rompe un grupo de fibras. También existen las microrroturas, aunque estas apenas presentan cuadro clínico.


¿Cuál es la posible causa de una rotura?
Las roturas de fibras pueden ocurrir por varias causas:
  • Contracción muy exigente: cuando se realiza una contracción muscular muy intensa y repentina, como puede ser en los arranques explosivos en el deporte, o en malas pisadas.
  • Sobrecarga muscular: se podría decir que "pides más al músculo de lo que puede dar", como cuando se realiza un entrenamiento deportivo muy exigente, o un trabajo muscular sin la preparación adecuada.
  • Trabajo comprometido del músculo: cuando haces un esfuerzo en una postura inadecuada, que compromete al músculo. Suele afectar con mayor frecuencia en los tendones, pero también puede afectar al músculo. 
  • Golpes o contusiones (menos frecuente).
  ¿Cuáles pueden ser sus síntomas?
  • Dolor: es un dolor en forma de pinchazo, que será mayor cuanto mayor sea la rotura. En el caso de las microrroturas o roturas parciales solo se apreciará cuando se realice una contracción intensa.
  • Deformación: será más evidente cuando la rotura sea mayor (rotura completa). En las roturas parciales se aprecia una hendidura al tacto, sobre todo cuando llevas el músculo al estiramiento doloroso.
  • Dolor al estiramiento: aparece especialmente en las roturas parciales.
  • Depresión o hundimiento: como decíamos antes, aparece una hendidura al tacto al realizar un estiramiento doloroso.
  • Hematoma: aparece un hematoma o moretón en la zona por debajo de la rotura.

¿Cuánto puede tardar su curación?
El tiempo de curación de una rotura depende de muchos factores como el tipo y el tamaño de la lesión, el tratamiento recibido, aspectos subjetivos del paciente (salud, sexo, edad...), etc

Suponiendo que la recuperación es la ideal, y teniendo en cuenta las distintas variaciones de cada paciente podemos establecer un periodo de recuperación estándar:
  • Grado 1 o leve: de 8 a 10 días.
  • Grado 2 o moderado: de 2 a 3 semanas.
  • Grado 3 o grave: de 3 semanas a 1 mes aproximadamente.

Tratamiento general

FASE AGUDA (PRIMEROS DÍAS)
  • Crioterapia: aplicación de hielo en la zona para producir vasoconstricción de los vasos rotos y que disminuya el sangrado, favoreciendo el proceso de recuperación y reduciendo la inflamación.
  • Masaje drenante: como el drenaje linfático manual, que disminuye la inflamación, mejorando así el dolor y la recuperación posterior.
  • Reposo relativo: relajación de la musculatura afectada, reduciendo la tensión y el tono muscular, de manera que se aproximen los extremos de las fibras que se deben curar (elevación del miembro afectado).
  • Movilización pasiva suave: pequeños ejercicios pasivos respetando el dolor del paciente, lo que provoca un efecto de bombeo estimulador de la circulación.
  • Vendaje funcional: para evitar lo máximo posible el movimiento en la zona afectada.
FASE DE INICIO DE RECUPERACIÓN
  • Aplicación de calor: para iniciar la consolidación de las fibras, pues el calor mejora la circulación sanguínea, lo que favorece la curación.
  • Movilización activa: movimientos cuidadosos y controlados, que mejoran la cicatrización y evitan que se produzca fibrosis y adherencias musculares.
  • Masaje drenante y relajante: para mejorar la circulación y evacuar residuos producidos durante la reparación, y para relajar el músculo.
  • Electroterapia: ultrasonidos, láser, magnetoterapia...
FASE DE RECUPERACIÓN PARCIAL
  • Vendaje compresivo: previo a ejercicios suaves para activar el músculo.
  • Contracciones isométricas: que no implican un esfuerzo contráctil intenso y repentino.
  • Estiramientos suaves: siempre evitando el dolor, ya que es un signo que nos alerta de que algo va mal, y puede alterar la recuperación.
FASE DE RECUPERACIÓN TOTAL
  • Ejercicios activos más intensos: para buscar la readaptación muscular completa, evitando contracciones bruscas que dañen la musculatura.
  • Estiramientos más intensos: para recuperar la flexibilidad y elasticidad muscular, siempre evitando el dolor.
  • Masaje Cyriax: este masaje sirve para mejorar la cicatriz, romper fibrosis y adherencias, etc. 

 Tratamiento fisioterápico
  • Masaje de evacuación: al principio aparece un hematoma que se hace visible por debajo de la rotura, pero a nivel muscular está entre las fibras, dificultando su unión y cicatrización. Para evitarlo utilizamos este masaje.
  • Masaje de puenteo: intentamos aproximar los extremos de las fibras que se han roto, y también orientamos las fibras que se forman.
  • Masaje de descarga: lo realizamos sobre las fibras para mejorar la situación del músculo.
  • Cyriax: como decíamos en el apartado anterior, este masaje lo podemos utilizar al final del tratamiento para mejorar la cicatriz y reorientar sus fibras, así como para romper fibrosis y adherencias que se producen durante la recuperación.
  • Propiocepión: para evitar sufrir nuevas lesiones y mejorar la funcionalidad. 

Bibliografía
 
http://www.fisioterapia-online.com/videos/rotura-de-fibras-o-desgarro-muscular-proceso-y-fases-de-curacion
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/tratamiento-y-recuperacion-de-un-desgarro-muscular-o-rotura-de-fibras
http://www.centroskinetika.es/rotura_fibrilar.html











lunes, 8 de diciembre de 2014

LA TENDINITIS EN EL DEPORTE

¿Qué es la tendinitis?
Llamamos tendinitis (inflamación del tendón) al cambio morfológico del tejido conjuntivo de colágeno del tendón, unido a la inflamación de las estructuras peritendinosas, y se asocia también a una hipervascularización con el que el organismo intenta regenerarlo. Al ser afectar la inflamación a las estructuras peritendinosas en lugar del tendón, también se llama tendinopatía

Es junto con las roturas de fibras la lesión más frecuente en el ámbito deportivo, y supone el 15% de las consultas traumatológicas.

Tipos de tendinitis
Dependiendo del lugar donde se localicen y su evolución distinguimos distintos tipos:
  • Tendinitis: afecta al cuerpo tendinoso en sí.
  • Tenoperiostitis o entesitis: afectan a la inserción del tendón.
  • Miotendinitis: afecta también al cuerpo muscular.
  • Tenosinovitis: afecta a la vaina sinovial del tendón.
  • Tendinitis nodular: secuela de una lesión localizada o de una degeneración.
  • Tenosinovitis estenosante: afecta a la envoltura sinovial, que provoca tendinitis al dificultar el paso del tendón.
También podemos diferenciarlas según la parte del cuerpo a la que afecten: 
  • En el hombro destaca la tendinitis del supraespinoso o del manguito de los rotadores.
  • En el codo, la epicondilitis ("codo de tenista"), afecta a los tendones de la región externa del antebrazo; y epitrocleitis ("codo de golfista"), a los tendones de la región interna del antebrazo.
  • En la muñeca, la tendinitis de De Quervain, que afecta a la base del pulgar.
  • En la rodilla, la tendinitis anserina, en la pata de ganso; y tendinitis rotuliana, en el tendón rotuliano.
  • En el talón, la tendinitis Aquílea, en el tendón de Aquiles.
Causas
Puede darse una causa clara que provoque la tendinitis, pero lo más frecuente es que existan varios factores que favorezcan la aparición de la lesión. Se clasifican en varios apartados:
  • Causas mecánicas: engloban a los factores que provocan un agotamiento funcional del tendón.
  • Deformidades anatómicas: trastornos de la bóveda plantar (pies planos o cavos), desviación del eje de los miembros inferiores en el plano frontal (genu varo o valgo), displasias de cadera, deformación de la zona insercional...
  • Causas relacionadas con la actividad deportiva: un exceso en la intensidad del ejercicio puede ser un factor importante. Realizar mal los gestos técnicos típicos de la actividad, el terreno donde se practica y el material que se usa también son factores a tener en cuenta.
  • Causas metabólicas: una buena alimentación e hidratación es siempre importante.
  • Causas infecciosas: ciertos focos infecciosos pueden inducir a tendinitis.
  • Causas degenerativas: asociado a la edad y el desgaste del tendón con la actividad repetida. Además, al ser una zona poco vascularizada, su regeneración es más dificultosa. 
Exploración clínica
Es importante elaborar una anamnesis adecuada, a la vez que se realiza una inspección de la zona afectada con el fin de encontrar una tumefacción o edema local en los tendones. Con la anamnesis buscaremos una serie de factores:
  1. La forma de aparición del dolor: normalmente, es progresiva, con un comienzo brusco. El dolor suele localizarse en el tendón, aunque puede irradiarse al músculo.
  2. El ritmo del dolor, suele ser máximo al inicio del esfuerzo, desaparece durante el ejercicio (en caliente), y vuelve a aparecer al acabar.
  3. La evolución: suele haber una agravación del dolor, tanto en intensidad como en duración. Puede haber desde una simple molestia con el esfuerzo hasta la impotencia funcional en la actividad diaria.
  4. Por último, con la anamnesis trataremos de buscar una causa clara.
Durante la exploración pediremos contracciones isométricas dolorosas en todas las amplitudes para encontrar el lugar donde se provoca el dolor, y poder realizar un buen diagnóstico. Además, la palpación del tendón produce dolor y se puede apreciar una limitación articular.

Tratamiento
Habrá que elegir el medio terapéutico indicado dependiendo de los numerosos factores como la localización de la lesión, la gravedad, su antigüedad, el nivel deportivo del paciente, sus motivaciones y los tratamientos realizados anteriormente:

  • Tratamientos profilácticos: consiste en la prevención, realizando correctamente los gestos deportivos, una buena postura, una buena alimentación e hidratación...
  • Factores tecnológicos: se trata de eliminar los métodos que puedan producir una sobrecarga funcional en el tendón. Hay que insistir en la necesidad de un buen calentamiento y los estiramientos. También hay que detectar los gestos nocivos, estudiar el material, etc. La relación entre fisioterapeuta y el técnico deportivo del paciente debe ser de confianza y estrecha colaboración.
  • Tratamiento médico: lo principal en las tendinitis es el reposo. Puede tratarse de un reposo solo en el ámbito deportivo, o un reposo total, mediante la inmovilización del tendón con una venda elástica o una escayola. El tiempo de reposo es muy variable, puede ir de unas semanas a meses, dependiendo de la gravedad.
  • Infiltraciones locales: consiste en la inyección local de sustancias como corticoides, anestésicos locales, vitamina B12... Dependiendo del tipo de tendón las inyecciones pueden ser intratendinosas, peritendinosas o intraarticulares.
Tratamiento fisioterápico
Para el tratamiento sintomático se pueden utilizar técnicas de masaje, estiramientos, puntos gatillo, etc; pero el tratamiento no debe limitarse a paliar los síntomas, también es importante intentar corregir cualquier desequilibrio muscular o postural, que puedan originar desequilibrios biomecánicos que provocan la sobrecarga funcional del tendón. 

Es importante también el fortalecimiento muscular mediante trabajo estático intermitente, que no implica al tendón excesivamente. 

Por último, hay que realizar un trabajo funcional, que consiste en volver al trabajo deportivo normal. Se intentará eliminar las compensaciones provocadas por la tendinitis. El tiempo de este periodo suele ser breve, pero es importante su realización.

Para tratar la tendinitis hay además otros métodos utilizados en el ámbito de la fisioterapia:

  • Crioterapia: existen varias formas de aplicarla: bolsas de hielo, packs atomizadores, esponjas congeladas... En la primera etapa, ejercen una acción analgésica, descongestiva y vasoconstrictora, y luego, vasodilatadora. Suelen prescribirse en aplicaciones discontinuas de 15-30 minutos, varias veces al día.
  • Calor: ejerce una acción analgésica, y suele usarse sobre todo en patologías musculares.
  • Corrientes eléctricas: la baja frecuencia es la más usada por su acción analgésica.
  • Corrientes polarizadas: permiten la penetración de sustancias analgésicas o antiinflamatorias.
  • Ondas cortas: acción vasodilatadora profunda.
  • Ondas electromagnéticas: se usan en patologías de las inserciones (entesitis).
  • Ondas mecánicas: los ultrasonidos e infrasonidos se utilizan en patologías tendinosas.
  • Radioterapia antiinflamatoria: solo para casos en los que sea indispensable, ya que sus efectos secundarios pueden ser perjudiciales.
  • Masaje: sobre todo en músculos, pero también se usa en inserciones dolorosas.
  • Tratamiento vertebral 
Bibliografía
http://www.fisioterapia-online.com/articulos/la-tendinitis-en-el-deporte




lunes, 1 de diciembre de 2014

FRACTURA DE ESCAFOIDES CARPIANO

Muy a menudo hablo de la fractura de escafoides, y es porque me ha afectado en estos últimos años, y por ello pienso que es interesante compartir información sobre este tema, ya que se trata de una de las lesiones más comunes. Por todo esto he decidido que esta sea la primera entrada de mi blog.

Generalidades

El escafoides es un hueso de la mano situado en la primera fila del carpo. El mecanismo de la fractura se suele producir por una caída sobre la palma de la mano con hiperextensión de muñeca. Su ubicación hace que, ante un agente traumático, quede atrapado entre el hueso grande y el radio.

El trazo normal de la fractura de escafoides es en el cuello o en el polo superior del escafoides. Suele pasar desapercibida, por lo que existe riesgo de que se instale una pseudoartrosis a causa de una mala vascularización del polo superior o proximal. El mejor pronóstico se establece cuando son más distales.

En ocasiones, el diagnóstico es complicado y puede llegar a confundirse con otro tipo de lesión como puede ser un simple esguince. Esto puede deberse a que los síntomas no se hayan mostrado de una forma clara.

Examen y estudios

El método más habitual es la radiografía, que puede mostrar si un hueso está fracturado y si hay desplazamiento. A veces, la fractura no aparece en la radiografía. En este caso, se realiza tratamiento conservador con inmovilización de la zona durante un par de semanas, y se hace una nueva radiografía para comprobar si realmente existe esta lesión.

Otro método también usado es la resonancia magnética, que permite visualizar los huesos y los tejidos blandos, y puede mostrar una fractura de escafoides antes que pueda verse en una radiografía.

También se utiliza a menudo el TAC (Tomografía Axial Computerizada) y la gammagrafía, para comprobar si la irrigación de la zona es la correcta.

(En mi caso, los métodos utilizados fueron la radiografía, el TAC y la gammagrafía).
1- Radiografía antes de la operación. La flecha indica la zona de la fractura (09-08-2014).
2- Radiografía justo después de la operación. La flecha indica la zona de la fractura, ya con el tornillo que ayudará a la consolidación. El círculo señala la parte de la que se extrajo un injerto de hueso (20-08-2014).
3- Radiografía de tres meses después de la operación. La flecha indica el hueso casi consolidado. El círculo señala la zona de la que se extrajo el injerto, que se va regenerando (23-11-2014).

Sintomatología

Algunos de los síntomas que se pueden presentar son:
  • Dolor y edema en la mitad radial de la muñeca y en la columna del pulgar.
  • Dolor a la palpación en la tabaquera anatómica.
  • Dolor a la compresión axial de la columna del pulgar.
  • Cierta limitación funcional a la flexo-extensión de muñeca.
  • Los signos pueden aparecer con un tiempo de retraso.

Tratamiento

No quirúrgico
Este tipo de tratamiento consistirá en la inmovilización del antebrazo y la mano (aproximadamente hasta el codo y cogiendo también el pulgar para evitar el movimiento del hueso) con una escayola de yeso o una férula. El tiempo que se llevará la inmovilización dependerá de lo que tarde en consolidar el hueso, y esto se comprobará mediante la realización de pruebas periódicas (como radiografías) que nos mostrarán como avanza la recuperación.

Quirúrgico
Se recurre a la cirugía en caso de complicaciones, como fracturas conminutas (en pequeños pedazos) o fracturas del polo proximal, que debido al déficit de vascularización en esa zona, la consolidación del hueso se verá dificultada, pudiendo aparecer pseudoartrosis o necrosis avascular. Esta cirugía consistirá en la introducción de un clavo o tornillo que ayudará a la unión del hueso.

En ciertas ocasiones, se necesitará un injerto de hueso para ayudar la consolidación. El injerto podría tomarse del radio del mismo brazo o, con menos frecuencia, de la cadera. 

La imagen de la izquierda corresponde a la incisión realizada en la parte anterior de la muñeca para la operación de escafoides. 
La imagen de la derecha pertenece a la incisión realizada en la parte posterior, de donde se extrajo un injerto del radio.

Complicaciones

No uniones
Un hueso que no se consolida se llama no-unión. Las no-uniones son más comunes después de fracturas de escafoides porque la irrigación de sangre al hueso es insuficiente. La irrigación de sangre es muy importante para su consolidación. Los huesos necesitan sangre para transportar el oxígeno y los nutrientes al lugar de la fractura.

Si el escafoides no consolida, el médico podría considerar una cirugía para aplicar un injerto de hueso del radio o de la cadera (como indicábamos anteriormente). A veces podría usarse un tipo especial de injerto de hueso con aporte de sangre propio (injerto vascularizado).

Necrosis avascular
Cuando el escafoides se rompe, especialmente cuando existe desplazamiento, la irrigación de sangre a esos fragmentos puede dañarse. A veces, la irrigación de sangre a uno de los fragmentos es tan mala que la pieza no obtiene suficientes nutrientes y las células de ese fragmento mueren. Esto se llama necrosis avascular. Un injerto de hueso con aporte de sangre propio (injerto vascularizado) es el tratamiento más efectivo para esta condición.

Osteoartitis
Con el paso del tiempo, la no-unión y la necrosis avascular del escafoides pueden llevar a osteoartritis en la muñeca. Los síntomas de la osteoartitis de la muñeca como resultado de la no-unión o necrosis avascular del escafoides incluyen:
  • Dolor en la muñeca
  • Rango de movimiento reducido de la muñeca
  • Dolor con actividades como levantar o coger objetos
Si la radiografía muestra osteoartritis en la muñeca como resultado de una antigua fractura de escafoides, el tratamiento se concentra en mejorar los síntomas de la artritis. Al principio, esto podría incluir medicamentos antiinflamatorios y el uso de una férula cuando la muñeca está dolorida. A veces, el médico podría inyectar un esteroide en la muñeca para ayudar a aliviar el dolor en la muñeca.

Si esto no funciona, podría recomendarse la cirugía. Muchos tipos de operaciones pueden realizarse para la osteoartritis de muñeca.

Rehabilitación

Para recuperar la movilidad y fuerza perdida durante el tiempo de lesión se recomienda realizar ejercicios tales como:
  • Movilizaciones analíticas de los huesos del carpo, radio y cúbito.
  • Movilizaciones globales de muñeca.
  • Tratamiento de la musculatura y tejidos blandos para corregir las compensaciones del largo periodo de inmovilización.
  • Electroterapia antiinflamatoria: US, láser, magnetoterapia (ayuda a la consolidación ósea), onda corta...
  • Ejercicios de estabilidad y propiocepción de muñeca.
  • Ejercicios de potenciación de la muñeca y de la musculatura del miembro superior.
  • Recuperar la funcionalidad del complejo hombro-codo-mano.


Bibliografía

http://www.rehabilitacionpremiummadrid.com/blog/juan-fraile/fisioterapia-en-fractura-de-escafoides
http://orthoinfo.aaos.org/topic.cfm?topic=A00703